La historia de lego
Desde sus humildes comienzos en un taller de carpintería en Dinamarca hasta convertirse en uno de los juguetes más icónicos y queridos del mundo, la historia de LEGO es un fascinante relato de innovación, creatividad y éxito empresarial. Fundada en 1932 por Ole Kirk Christiansen, la empresa ha dejado una marca indeleble en la infancia de generaciones de niños y adultos por igual.
El nombre LEGO deriva de las palabras danesas «leg godt», que significan «juega bien», un lema que ha guiado la filosofía de la empresa desde el principio. En sus primeros años, LEGO se dedicaba principalmente a la fabricación de juguetes de madera, incluyendo bloques de construcción simples que sentarían las bases para lo que vendría después.
En 1949, LEGO introdujo sus primeros bloques de plástico interconectables, un hito que revolucionó la industria del juguete. Estos bloques, que eventualmente se conocerían como los famosos ladrillos LEGO, permitieron a los niños construir una variedad infinita de estructuras y figuras, estimulando su imaginación y creatividad.
La verdadera revolución llegó en 1958, cuando LEGO patentó el diseño del ladrillo LEGO moderno, con sus características protuberancias en la parte superior e hileras de huecos en la parte inferior que permitían un encaje perfecto. Esta innovación sentó las bases para el sistema de juego LEGO tal como lo conocemos hoy en día, con la capacidad de combinar y reconstruir piezas para crear infinitas posibilidades de construcción.
A lo largo de los años, LEGO ha continuado expandiendo su gama de productos, introduciendo temas populares como LEGO City, LEGO Star Wars, LEGO Ninjago y muchos más. Estas líneas temáticas han llevado la experiencia de construcción de LEGO a nuevas alturas, capturando la imaginación de niños y adultos por igual y convirtiendo a LEGO en una franquicia cultural global.
Sin embargo, la historia de LEGO también ha tenido sus altibajos. En la década de 1990, la empresa enfrentó dificultades financieras debido a una expansión demasiado rápida y una competencia feroz en el mercado del juguete. Sin embargo, gracias a una reestructuración radical y un enfoque renovado en la calidad y la innovación, LEGO logró recuperarse y experimentar un renacimiento en la década de 2000.
Hoy en día, LEGO es mucho más que un juguete; es una forma de arte, una herramienta educativa y una comunidad global de constructores y fanáticos. Con su compromiso continuo con la calidad, la creatividad y la diversión, LEGO sigue inspirando a niños de todas las edades a «jugar bien» y dejar volar su imaginación a través de la construcción.